Entramos en el siglo XXI (Lo digo por si alguno no se enteró todavía) y los medios de comunicación han modificado nuestros miedos.
De niños, nuestros padres recurrían a ciertos monstruos o fantasmas para que les hagamos caso. Así La Solapa entraba en acción si no queríamos dormir la siesta, El Hombre de la Bolsa si no dejábamos de llorar y El Cuco si nos metíamos a casas abandonadas o lugares oscuros.
Hoy con la tele y la esa cosa nueva llamada La Internet todos los pibes están avivados, pero el miedo no ha cambiado sino que aparecieron nuevos fantasmas, que esta vez, atacan a los adultos.
Veamos algunos de ellos:
El fantasma de la inflación: No es un fantasma nuevo, sus últimas apariciones en nuestro país fueron a fines de la década del 80 y en el comienzo del presente año. Su principal víctima es la población en general, especialmente las clases bajas y medias. El Gobierno niega su existencia y manda a la Santa Inquisición, hoy llamado INDEC, que es el encargado de ocultarlo tan cual X-Files. El Secretario de Comercio Moreno es el Torquemada de estos días, pero sin resultados eficientes ya que todavía no amenazó lo suficiente ni prendió fuego a suficientes mercaderes que se atreven a hablar del asunto.
El fantasma del descenso: Afecta a equipos de Primera División. Todos los domingos se hace presente en los estadios, y especialmente el lunes cuando se mira la tabla en el Olé o cualquier otro suplemento deportivo del país. Los equipos pierden, los jugadores se enojan con el árbitro, los técnicos son expulsados y los simpatizantes se inmolan.
Una de las últimas víctimas ha sido el club español Zaragoza (entre los que se encuentran varias víctimas argentinas). Hoy en día aqueja a Racing Club. Se teme por suicidios en masa.
El fantasma de la inseguridad/violencia: Sufrida desde hace muchos años en los barrios bajos y en el microcentro porteño, hoy este fantasma ha sacado sucursales en todo el país. Además ha contratado para sus fines a abogados, policías, motochorros y negros cabeza (qué discriminador Dios mio!), jueces, funcionarios públicos y bandas del gobierno autodenominados “Piqueteros K”. También suelen reconocerse por “Sindicato de Camioneros” o el más simple “UOCRA”.
El Fantasma Oligarca: Venido de Zona Norte, este fantasma se identifica con mucho botox, siliconas, bigotes y pañuelo al cuello según el género. Cuando aparece se escuchan cacerolas y mucho la palabra “macanudo”. Demos Gracias a Dios que nuestro país tiene al Arcángel D´elía que con su ejército de ángeles le dan garrote a estos infames enemigos de las clases populares y de la redistribución de la riqueza que realiza con tanto esfuerzo nuestra Sra. Presidenta.
Luego continuaremos este compendio con el Fantasma del Desabastecimiento, el Fantasma del Dólar, el Fantasma Islámico y el Fantasma de Alejandro Fantino.
Perdón, Gracias y Hasta Luego
2 comentarios:
Buen blog.
Voy a pasar cada tanto.
Te olvidaste del fantasma de hermenegildo sabat y sus mensajes "pseudomafiosos"
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